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Chile lidera investigación junto a la OCDE para disminuir brecha digital de género

La falta de tiempo, de habilidades tecnológicas, y las normas socioculturales, son los factores que alejan a las mujeres de las oportundidades dentro del sector.

La diferencia de competencias digitales entre géneros se ha convertido en una amenaza para el empoderamiento económico de las mujeres.

Según datos de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), a 2017, las mujeres de todas las economías -a excepción de Estados Unidos- usaban menos Internet que los hombres, lo que genera una desventaja para ellas en cuanto a acceso, competencias y uso de herramientas de cara a la revolución digital.

En base a eso, Chile –de la mano de la Subrei- lideró el estudio El papel de la educación y las habilidades en la reducción de la brecha digital de género: evidencia de las economías de APEC, que fue encargado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con el fin de identificar áreas claves para la generación de una política integral.

Estos pilares contemplan: la promoción del uso y el aprendizaje de Tecnologías de Información y Comunicación (TICs); capacitar a los educadores y convertirlos en agentes activos de cambio; crear programas para cambiar las actitudes y expectativas de niños y niñas; y generar políticas que prioricen la conciliación vidatrabajo, la prevención de la discriminación y la violencia de género.

Además, el documento que se lanza este miércoles -y que era un entregable en la prioridad Mujer Pymes y Crecimiento Inclusivo en el marco de APEC- apunta a que el bajo nivel de alfabetización digital; la falta de tiempo para aprender nuevos instrumentos digitales y el costo de acceso a las tecnologías, entre otros, son algunos de los factores responsables de esta diferencia.

Causantes de la brecha

Respecto a los factores que abren la brecha, la directora de la OCDE, Gabriela Ramos, dijo a DF que el aprovechamiento del potencial que tiene la transformación digital “contribuiría a economías y sociedades más sostenibles e inclusivas”.

Sobre esta inclusión, Ramos hizo hincapié en que sólo alrededor del 27% de los graduados de STEM (Ciencias, Tecnologías, Matemáticas e Ingenierías, su sigla en inglés) son mujeres. Y más al detalle, la cifra llegó hasta un tímido 4% en Chile. “Incluso si logran ingresar a las carreras de STEM, es mucho menos probable que las mujeres se gradúen y tienen el doble de probabilidades de cambiar de carrera que sus colegas hombres (…) ¡Necesitamos más casos de modelos femeninos porque no podemos ser lo que no podemos ver!”, enfatizó.

En el estudio, se identificó que el bajo nivel de habilidades digitales de las mujeres, la falta de tiempo y “sobre todo, las normas socioculturales dañinas son las causas de esta división”, explicó Ramos.

María Ignacia Simonetti, jefa del Departamento de Género de la Subrei, profundizó en esto último y manifestó que “hay una especie de círculo vicioso en que las mujeres se quedan atrás en la adquisición de habilidades, lo que frena su desarrollo profesional, en un mercado cambiante”.

En esa línea, explicó que para comenzar a generar un cambio, primero, se debe cuantificar la realidad: “Hoy las mujeres destinan en promedio más de tres horas que los hombres a trabajos no remunerados”, dijo, y afirmó que existe la necesidad de una buena conciliación vida-trabajo.

 

Fuente: https://www.df.cl/

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Cómo combatir el estrés

No nos dejemos engañar. Cuando alguien, aunque sea el médico, nos dice “eso que te pasa es estrés”, no nos está diciendo nada nuevo, sino sólo lo que ya sabemos, es decir, que estamos angustiados, cansados, desmemoriados, malhumorados, intolerantes y hasta es posible que enfermos. Eso es el estrés, el conjunto de alteraciones del cuerpo y la mente que resultan de una actividad intensa y sostenida de nuestros sistemas nervioso y endocrino. Es como un estado de ansiedad, o incluso de miedo, que lejos de ser pasajero por responder a una situación puntual, se instala permanentemente en nosotros haciendo que tengamos acelerado el corazón, elevada la tensión arterial, movilizadas las reservas energéticas del hígado y los músculos y activadas las glándulas endocrinas produciendo cantidades anormales de hormonas, como la adrenalina o glucocorticoides como el cortisol. Todo eso daña el sistema cardiovascular, y hace que disminuyan las defensas en el sistema inmunológico y que mueran más neuronas de las habituales en nuestro cerebro. Es como si a un coche en lugar de acelerarlo sólo cuando es necesario para adelantar a otro, lo lleváramos acelerado todo el rato. El motor y muchos de sus componentes acabarían por dañarse y, además, el vehículo estaría sometido a riesgos innecesarios a causa de su propio comportamiento.

La ausencia de estrés es por tanto un componente importante del bienestar de las personas y para reducir o eliminar el estrés necesitamos antes que nada identificar sus causas, saber qué es lo que lo produce. Si hiciésemos una encuesta preguntando a la gente de la calle por qué estamos estresados, con toda seguridad nos hablarían de las prisas, el exceso de trabajo, la masificación urbana, el tráfico desmesurado, los conflictos interpersonales, la competitividad, la falta de adaptación a las nuevas tecnologías, las insatisfacciones personales, la polución, los ruidos y muchas más cosas de tal guisa. Sonia Lupien, afamada especialista canadiense, cree que la principal fuente de estrés en la vida moderna son los media, es decir, la cantidad de información sobre accidentes, catástrofes y acontecimientos sociales y ambientales negativos con la que cotidianamente nos bombardean los periódicos, las radios, las cadenas de TV y ahora también Internet. Esta última, por su carácter particularmente adictivo, puede incluso establecerse como una importante y especial fuente de estrés. Pensemos, por ejemplo, en la persona que, con poco conocimiento médico, escudriña en la red y se atemoriza con frecuencia al atribuirse por ignorancia falsos diagnósticos clínicos. Lo bueno, lo que no produce estrés, rara vez es noticia.

Pero limitarnos a hacer la lista de lo que causa estrés no nos ayuda demasiado a combatirlo. Lo que sí puede hacerlo es analizar lo que tienen de especial y en común todas y cada una de esas circunstancias que son capaces de activar desmesuradamente a nuestro organismo. Veamos un par de ejemplos. ¿Por qué producen estrés el exceso de trabajo o los embotellamientos de tráfico? ¿Qué tienen de especial y/o en común que pudiera explicarlo? No parece que sean el mero exceso de ninguno de ellos, pues cuando algo nos motiva los excesos para conseguirlo pueden ser incluso gratificantes más que estresantes. Piense en lector en lo bien que nos sentimos cuando después de realizar un gran esfuerzo conseguimos acabar con éxito un trabajo importante o ganar una competición, o en lo menos estresante que resulta el mismo tráfico cuando no tenemos prisa por llegar a ninguna parte. Quizá el cansancio físico contribuye siempre en alguna medida al estrés, pero hay algo más que deberíamos detectar como causa crítica y relevante del mismo. Ese algo, no es otra cosa que el conflicto que con frecuencia tiene lugar entre nuestros deseos y nuestras posibilidades, es decir, entre nuestras emociones y nuestro razonamiento.

Si lo pensamos detenidamente, en casi todas las causas reconocidas de estrés encontramos ese conflicto y hay una parte de nuestro cerebro, la corteza cingulada anterior, que se activa especialmente en esos casos funcionando como una especie de alarma o chivato del desequilibrio relacionada quizá con la inducción de los cambios que ocurren entonces en nuestro cuerpo. Si el exceso de trabajo nos estresa es porque no le vemos sentido o porque a pesar de haber realizado el esfuerzo no hemos conseguido todo lo que nos proponíamos con ello. Lo que realmente produce estrés es querer (emoción) más de lo que es posible (razón), es decir, proponernos continuamente más de lo que podemos y experimentar con frecuencia la frustración de no conseguirlo. Por conocernos poco a nosotros mismos, muchas veces solemos adoptar la errónea estrategia de proponernos diez para conseguir cinco. Después resulta que no conseguimos ni dos. La frustración se apodera de nosotros y el repetido ejercicio de esa mala estrategia instaura el estrés en nuestro organismo.

¿Qué hemos de hacer para evitarlo? Muy sencillo, aunque no siempre fácil: hay que ajustar emoción y razón, es decir, o proponernos menos (cambiar nuestra emoción) o trabajar más y/o mejor (cambiar nuestro razonamiento). Otro ejemplo es la infidelidad. El enamorado que engaña a su pareja puede ser víctima de un sinvivir al afrontar el desequilibrio entre su nuevo amor (emoción) y su mala conducta (razón). En este caso también sólo hay dos posibles soluciones, o se abandona el nuevo amor o se encuentran causas racionales para mantenerlo, es decir, causas que justifiquen la infidelidad. Observemos pues que en ambos casos y en otros muchos que pudiéramos analizar hay un desequilibrio emoción-razón que, si no se corrige modificando uno de los dos parámetros, constituye una fuente de intensa y permanente respuesta emocional negativa, es decir, de estrés. Ese estrés desaparece enseguida cuando se recupera el mencionado equilibrio.

El bienestar, en definitiva, tiene mucho que ver con el logro del acoplamiento entre la lógica y los sentimientos, entre la emoción y la razón. ¿Cómo conseguirlo? La clave está en utilizar la razón porque tenemos sobre ella un control mucho más directo que sobre nuestras emociones. Por así decirlo, la capacidad de razonar está en buena medida a nuestro alcance, es nuestra, mientras que la emoción se nos impone, sin que podamos evitarla o controlarla con facilidad. Razonando podemos gestionar nuestras emociones para ajustarlas a nuestros razonamientos, o la inversa, gestionar nuestros razonamientos para ajustarlos a nuestras emociones. La llamada inteligencia emocional consiste precisamente en la capacidad de cada persona para gestionar sus emociones utilizando la razón con el objetivo de acoplarlas.

Seamos realistas, el bienestar cotidiano sólo puede basarse en el estado cotidiano y lo que la inteligencia y el cerebro emocional nos dicen es que para mejorar ese estado la solución no consiste en vivir mejor unos determinados días, sino en ajustar nuestras aspiraciones y ritmos diarios a la medida de nuestras posibilidades para que el resultado de nuestro trabajo y comportamiento, lejos de producir frustración, nos produzca la sensación de que controlamos las situaciones que vivimos. El equilibrio emoción razón nos permite vivir con la sensación de que, en la medida de lo posible, controlamos nuestra salud, nuestro tiempo, nuestra economía, las relaciones que tenemos, el trabajo, el ocio, etc. Esa sensación emocional de auto-control es la antítesis del estrés y un poderoso generador de bienestar. El objetivo pretendido, reparemos en ello porque es importante, no consiste en hacer menos de lo que hacemos, lo cual podría ser un motivo de frustración añadida, sino todo lo contrario, porque al ajustar nuestras pretensiones a nuestras posibilidades en todos los ámbitos de la vida la satisfacción que sentimos al lograr nuestros propósitos contribuye poderosamente a mejorar también nuestra motivación y nuestro rendimiento. El bienestar, en una palabra, no depende tanto del estatus que tienen las personas, como del estado orgánico y los sentimientos que genera el estar o no ajustados al nivel en el que se desenvuelven. Parafraseando al gran Baltasar Gracián podríamos decir: ¡Cómo se duerme cuando uno no yerra ni en el estado, ni en la ocupación, ni en la vecindad, ni en los amigos!

 

Fuente: https://n9.cl/757i

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5 claves tecnológicas para 2020

De acuerdo con IDC, la industria de TI en América Latina crecerá 4.8% para 2020, impulsado principalmente por las inversiones en Cloud, AI, Blockchain, seguridad, hardware y servicios.

Además, de acuerdo con IDC, la industria de TI en América Latina crecerá 4.8% para 2020, impulsado principalmente por las inversiones en Cloud, AI, Blockchain, seguridad, hardware y servicios. Pero ¿están las empresas latinoamericanas preparadas para la era de la “supremacía digital”?

Veamos cuáles son las 5 tendencias que marcarán nuestras vidas y ayudarán a impulsar el crecimiento de la región:

1) La nube:la base de la economía digital

De acuerdo con IDC, para 2022, más de la mitad de las empresas en América Latina integrarán la gestión de la nube, a través de sus nubes públicas y privadas, mediante la implementación de tecnologías, herramientas y procesos de gestión unificados híbridos o multi-cloud.

“Las empresas latinoamericanas continuarán su camino hacia la nube híbrida y multi-cloud, principalmente porque los servicios de nube pública dentro de entornos híbridos han demostrado tener la capacidad de soportar los requisitos de seguridad, protección de datos y transparencia que las empresas de nuestra región demandan y exigen”. -Natalia de Greiff, VP Cloud &Cognitive IBM América Latina.

Si bien la computación en la nube híbrida proporciona la máxima flexibilidad, solo funciona si se basa en estándares abiertos para que los desarrolladores de software puedan crear una aplicación una vez y ejecutarla en cualquier lugar. Esa es una de las razones por la cual IBM completó este año, su adquisición de Red Hat, el proveedor líder de tecnologías de nube híbrida de estándares abiertos.

2) Desarrolladores: eje de la innovación empresarial

De acuerdo con IDC, en 2025, casi el 50% de las empresas en América Latina serán productores prolíficos de software y habrá más de 90% de nuevas aplicaciones nativas en la nube. Además, según el BID, para el 2025 la industria empleará a más de 1.2 millones de programadores en la región.

“El rol del desarrollador de tecnología está cada vez más presente en todas las empresas, sin importar su tamaño o industria. En la próxima década los desarrolladores estarán cada vez más involucrados en las decisiones empresariales, no solo a nivel tecnológico, sino también innovando desde el punto de vista del negocio, utilizando su conocimiento en tecnologías como la nube, AI y software aplicado para resolver las mayores problemáticas que afectan a nuestra región”. – Carla Coelho, VP Digital de IBM América Latina

El software de código abierto constituye más de la mitad de las bases de códigos empresariales analizadas en 13 de los 17 sectores de la economía y continuará en aumento, ya que el rápido crecimiento en el uso de nuevas tecnologías es responsable de una transformación creciente en el mercado y la economía misma.

3)Uso de los datos: factor decidor para adoptar AI

De acuerdo con el estudio del Institutefor Business Value, el 81% de los líderes de negocio apoya activamente a las empresas que son transparentes sobre cómo usan sus datos, y evitan hacer negocios con empresas que no lo hacen, una tendencia que crecerá exponencialmente en la próxima década.

“Cada vez más las empresas, consumidores y ciudadanos están tomando conciencia en relación con cómo sus datos son utilizados y quién tiene propiedad sobre los mismos. Es fundamental que todas las empresas, tanto de tecnología, gobiernos, empresas privadas y el ecosistema como un todo, trabajemos juntos para que la premisa de que los datos son de los clientes o consumidores, siempre se cumpla”. – Fabio Rua,Government&RegulatoryAffairsExecutive de IBM América Latina

Data e IA juntos, son la oportunidad y el problema de los tiempos actuales. IBM no solo ha seguido las guías sobre el manejo responsable de datos y la administración de nuevas tecnologías, sino que también las creó e invitó a otros a adoptar compromisos similares, algo que será reforzado aún más en la próxima década.

4)Industrias transparentes: blockchain al servicio de la humanidad

IDC espera que el gasto de blockchain en América Latinacrezca de aproximadamente USD 50 millones en 2019 aUSD 200 millones para 2023, con casos de uso en finanzas,salud, manufactura y productos, retaily cadena de producción, entre otros.

“Todas las industrias pueden beneficiarse de la tecnología blockchain, porque todos los sectores y ecosistemas necesitan tener transparencia e inmutabilidad sobre cualquier intercambio que realizan en sus entornos. Blockchain continuará avanzando para transformar la forma de producir o distribuir alimentos o traquear medicamentos, brindando mayor confianza al consumidor final. Su aplicación en la próxima década no tendrá límites”. – Marcelo Spaziani – VP de ventas de IBM América Latina

La tecnología no existe por sí sola, especialmente las innovaciones que pueden transformar el mundo a una escala a veces difícil de contemplar. Blockchain es una de esas tecnologías innovadoras, y al igual que la inteligencia artificial y la computación cuántica, será una tecnología que nos ayudará a traer transparencia a la sociedad como un todo en la próxima década.

5)Edge Computing: de la teoría a la práctica

De acuerdo con IDC, para 2023, más del 30% de la nueva infraestructura de TI empresarial implementada en América Latina estará en el Edge.

“La próxima década verá un aumento en la informática de punta, ayudado por la implementación de la tecnología 5G en la industria de las telecomunicaciones. Los servidores compactos y eficientes ubicados en los bordes de la red pueden colocar la potencia de procesamiento donde mejor se puede usar”. – Ana Zamper, VP Systems IBM América Latina

Ya sea que los datos provengan de sensores en una fábrica, de consumidores que compran en un entorno minorista o dispositivos móviles conectados a la red empresarial de una empresa, la informática de borde será una tecnología transformadora.Y en esta era deEdge Computing, la tecnología cuántica será la revolución que marque la próxima década y de la que veremos más durante los próximos años.

Pero, sin duda, la escasez de habilidades es el reto que necesitaremos abordar para hacer posible que estas 5 claves sean exitosas en América Latina.

“El camino hacia la reinvención digital pasa, sin duda, por el desarrollo de la próxima generación de profesionales, que hará que llevemos a América Latina al próximo nivel de innovación,” Ana Paula Assis, Gerente General IBM América Latina. “Es por eso que en IBM seguimos y seguiremos comprometidos con el desarrollo de los ecosistemas educativos, en los que tanto empresas privadas, como organismos públicos, escuelas y universidades, trabajamos juntos en pro del desarrollo social y económico de nuestra región con iniciativas como P-Tech, SkillsAcademy y MaratonaBehindTheCode, y programas conjuntos con mujeres en STEM, Junior Achievemement y Laboratoria”.

 

Fuente: https://n9.cl/bu8o

 

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La evolución de las familias “smart” en Chile

El 29 de junio de 2007, Apple lanzó al mercado el iPhone, un dispositivo con varios detalles revolucionarios para esos años: hasta ocho horas de uso continuo, seis si se navegaba en Internet y -lo más destacado- una pantalla de 3,5 pulgadas que funcionaba con sólo tocarla con los dedos. Dos años después, en mayo de 2009, apareció WhatsApp y poco más de 12 meses después Facebook –que hasta hoy sigue siendo la red social más popular- superaba por primera vez los 500 millones de usuarios. En octubre de ese mismo año se fundaba la plataforma favorita de los aficionados a la fotografía: Instagram.

Todos esos cambios hicieron que la nueva década que partió en 2010, y que por estos días está a punto de despedirse, se viera marcada por dispositivos y servicios multifuncionales y casi omnipresentes. De hecho, hoy se calcula que en el mundo hay 3,3 mil millones de usuarios de smartphones capaces de tareas tan distintas como ejecutar juegos o guiar el desplazamiento de un auto en una ciudad. En el caso de Chile, el Instituto Nacional de Estadísticas calcula que existen casi 28 millones de teléfonos móviles, una presencia que supera largamente el número de habitantes y se hace notar en las dinámicas de las familias chilenas: hoy los aparatos y servicios “smart” están modificando la vida diaria con grupos de chat que permiten coordinar fiestas de fin de año o cumpleaños, pedir viajes en Uber para ir a buscar a los hijos a una fiesta o realizar videollamadas desde y hacia cualquier parte del mundo

Modesto Gayo, académico de la Escuela de Sociología de la Universidad Diego Portales, explica que estos procesos van de la mano con el creciente acceso a smartphones en el país. Por ejemplo, según el mismo INE en 2010 sólo había unos 19 millones de celulares en Chile. “Estas plataformas ayudan a que se hagan muchas tareas que siempre fueron individuales, como leer la prensa o un libro; comunicarse por teléfono, enviar mensajes o escribir lo que antes era un carta”, dice Gayo.

Estos cambios, cuando se analizan desde la óptica de las relaciones familiares, muestran claroscuros. “Los smartphones han hecho lo fácil más fácil y lo difícil, más difícil”, argumenta Daniel Halpern, académico de la Facultad de Comunicaciones de la UC y director de TrenDigital de esa misma universidad. Él dice que labores que en décadas anteriores eran sencillas -como coordinarse para un almuerzo, planificar la vestimenta según el clima del día o acordar el traslado de una persona- se han hecho más fáciles aún. “En cambio, lo difícil, como los problemas de comunicación, relacionamiento, apoyo y comprensión se han hecho más complejos porque son elementos que se facilitan cuando hay una conexión presencial y directa”, cuenta el académico de la UC.

Halpern agrega que en esas zonas grises de las relaciones humanas los malos entendidos o los conflictos por los permisos a los hijos son difíciles de esclarecer a través de una comunicación por chat al no tener el contacto cara a cara. “Como el costo de estar constantemente comunicados es muy bajo, también es muy simple tener conflictos constantes. Entonces, se pierden los espacios para dirimir y terminar diferencias familiares. Hay muchos conflictos en WhatsApp que nunca terminan”, dice el académico de la UC.

Esto se suma a otro proceso vinculado a la tecnología: la pérdida de atención en relación a nuestro entorno. Halpern explica que en décadas anteriores las familias compartían actividades o juegos que hoy han sido desplazadas por el uso de dispositivos que aíslan a cada uno en lo suyo: chatear, revisar redes sociales o ver videos. “El uso privado de la tecnología a través de dispositivos se come lo público. La realidad es que se llega a la casa a conectarse, a estar conmigo mismo o en mi mundo y no en el entorno colectivo”, afirma el director de TrenDigital.

En un estudio hecho por Cadem en 2018, el 71% de los encuestados dijo que el uso de smartphones y dispositivos similares dañaba la relación con sus hijos. Además, un 15% de los entrevistados respondió que revisa el teléfono permanentemente cuando está con sus hijos durante su tiempo libre, y un 13%, que lo hace “muy o bastante” seguido en esas circunstancias. Un 61% admitió un uso del teléfono frente a los menores “algunas o pocas veces” y sólo el 11% dijo que nunca lo revisa frente a ellos. Pero esta relación también ha sido documentada en los otros miembros de la ecuación. En un trabajo de Pew Research hecho en Estados Unidos, más de la mitad de los jóvenes entre 13 y 17 años encuestados dijo que sus padres viven distraídos por el teléfono. Cuando les preguntaron a esos papás, los resultados no fueron muy distintos: un 65% reconoció estar preocupado por todo el tiempo que sus hijos están pegados a sus celulares.

“La tecnología te permite tener una mayor cantidad de tiempo, pero con menor calidad. Hoy hay más presencia física de los padres en las casas, pero me da la impresión de que la presencia emocional es más baja”, dice Halpern. Para el académico de la UC el ejemplo más gráfico de este proceso es la madre que amamanta a su hijo mientras revisa su celular. “Esta disminución del vínculo no ocurre porque los padres de ahora sean más buenos o malos que los de antes, sino que se debe a que antes era más fácil porque no tenían tanta competencia como hoy en términos de atención”, agrega.

Gayo apunta que, en ciertos escenarios, los dispositivos sí ayudan a la comunicación en los hogares al unir a los más jóvenes con los mayores, en un proceso donde se invierte la jerarquía familiar. “Hemos visto que los jóvenes les enseñan a los adultos mayores sobre tecnología. Ahí hay un lugar de encuentro. O sea, por un lado las tecnologías individualizan la vida de las personas y, por otro, generan confluencias que son interesantes y entregan el reconocimiento del rol de los jóvenes como maestros”, cuenta el sociólogo.

Esa no es la única ventaja que él ve: dice que gracias a servicios como Facebook, WhatsApp o Skype se pueden acercar familiares que en otras circunstancias se mantendrían más alejados. “Han permitido fortalecer vínculos que se estaban debilitando, muchas veces entre personas de la misma edad: el abuelo puede hablar con su hermano que vive en Estados Unidos o el padre que conversa más seguido con el hijo que está estudiando afuera del país. Ahora con estas tecnologías todos vivimos cerca”, explica.

De todas maneras, para Halpern el futuro no es tan complejo en la relación tecnología – familias. “Hay procesos de aprendizaje y la mayoría de estos cambios sociales son más bien pendulares. Hoy estamos casi en un extremo, pero no veo en el futuro familias más desconectadas de lo que ya están”, concluye.

Fuente: https://n9.cl/icni

 

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Seis fallos de la memoria que nos preocupan pero son normales

Saber el nombre del actor de la película que estás viendo con tu amigo, pero ser incapaz de recordarlo en ese preciso momento, es una sensación exasperante. Encontrarte en el supermercado sin saber lo que has venido a comprar es confuso, y poner la casa patas arriba en busca de las llaves del auto justo 2 minutos justo antes de salir es un clásico. A muchas personas estas lagunas les crean cierta preocupación y los especialistas en alteraciones de la memoria reconocen que son muchos los pacientes que acuden a consulta un tanto asustados para preguntar si estos lapsus entran dentro de la normalidad. ¿Cuándo no hay qué preocuparse por estos resbalones mentales?

1. No es la memoria, es la atención

El motivo de muchos de los fallos de memoria comunes está en la falta de atención, muy frecuente en acciones mecánicas o que implican repetición. “Ser incapaz de recordar dónde aparcamos el coche o perder el hilo del discurso en el transcurso de una conversación son lo que los médicos llamamos lapsos atencionales, pero no son fallos de memoria genuinos y, en general, no deben alarmarnos”, explica el director de la unidad de Investigación y tratamiento de los trastornos de la memoria del Centro Integral de Neurociencias HM CINAC, Javier Olazarán.

2. Pelea de recuerdos en la punta de la lengua

Un clásico de los olvidos. Notas que la palabra que estás buscando va a salir en cualquier momento pero, al mismo tiempo, sabes que no te va a quedar más remedio que aceptar que el bloqueo es total. Muchas veces, lo que sucede es que hay otro recuerdo que compite con el que estás buscando, explica la Universidad de Harvard en su blog de salud. El término que produce el bloqueo normalmente es parecido a la que uno busca, el cual, según las estimaciones de los científicos, aparece en menos de un minuto la mitad de las veces. Se ha propuesto la idea de que este fenómeno se hace más frecuente con la edad, y que es el responsable de que a las personas mayores les cueste recordar algunos nombres.

3. Una curiosa excusa para los plagios

Hay personas que presumen de memoria de elefante, de una impresionante capacidad para recordar sucesos del pasado como si hubieran ocurrido el día anterior. Salvo excepciones, lo piensan porque no son conscientes de que los detalles de sus recuerdos son incorrectos. Si alguien les dijera que hay personas, lugares y fechas de sus anécdotas que no coinciden con la realidad, puede que acabasen preocupándose por la mala calidad de su memoria. Pero, desde el punto de vista biológico, lo más probable es que no hubiera fallo alguno en ella.

Es más, el padre de la psicología cognitiva Ulric Neisser demostró que es un fallo de la memoria de lo más normal. El día después de la explosión del transbordador Challenger, en 1986, Neisser pidió a sus alumnos que escribieran lo que había pasado y, tres años después, les hizo la misma pregunta. Todos pensaban que sus recuerdos eran precisos, pero solo el 7% respondió igual que la primera vez, en un 25% de los casos no coincidían los detalles importantes y el resto, aunque recordaba aspectos cruciales como con quién estaban cuando se produjo el accidente, cambiaron la versión considerablemente. Estos “fallos de rigor” de memoria se acrecientan con la edad, conforme los recuerdos son cada vez más antiguos, y explican algunos casos en los que uno piensa que ha tenido una idea original cuando, en realidad, en vez de originarse en su cabeza le ha llegado a ella desde el mundo exterior: todo un plagio involuntario.

4. Un mismo hecho genera distintos recuerdos

Y es que en un mundo traidor / nada hay verdad ni mentira; / todo es según el color / del cristal con que se mira. Estos versos de Ramón de Campoamor definen a la perfección cómo la manera de ver el mundo determina el contenido de nuestros recuerdos. Si lo que a uno le viene a la cabeza cuando rememora una experiencia es diametralmente opuesto a lo que otra persona recuerda, a pesar de que ambos fabricaron sus recuerdos juntos, no vale la pena enzarzarse en quién tiene razón. Tampoco hay que insinuar que una visita al neurólogo no estaría de más. El humor del que estemos y las experiencias previas son solo dos aspectos que sesgan la información cuando el cerebro codifica los recuerdos, de manera que pueden no tener nada que ver con lo que objetivamente pasó en realidad. De hecho, suele ser así.

5. Olvidar para recordar mejor

A veces cuesta aceptarlo, pero lo cierto es que la memoria es transitoria (las personas que lo recuerdan absolutamente todo son la excepción a la regla). O sea, que no vale la pena pretender competir con la enciclopedia y saber todos los nombres, fechas y acontecimientos que nuestro cerebro ha registrado en alguna ocasión: unos recuerdos duran más, otros menos y los hay que directamente desaparecen, algo que suele suceder con más frecuencia cuando acabamos de memorizar algo. Podemos interpretar estos olvidos como fallos en la memoria cuando, en realidad, pueden ser todo lo contrario: los científicos consideran que este mecanismo es importante porque ayuda a “limpiar el disco duro” de información que se va acumulando con el tiempo, lo que permite almacenar nuevos recuerdos.

6. No es demencia, es el estrés

En lo que a memoria se refiere, si hay una cosa que nos alarma es cuando los olvidos, además de ser importantes, pasan a ser muy frecuentes. Uno puede pensar que está en el preámbulo de la demencia, pero no tiene por qué ser así, puede ser una consecuencia del estrés. “Cuando hay una atrofia tras la pérdida de memoria significa que ese cerebro pierde sustancia gris o blanca y, por tanto, las estructuras y las conexiones neuronales no funcionan correctamente”, explica la neuropsicóloga Noemí Fernández. Esa es la razón por la que una persona con un deterioro o enfermedad neurodegenerativa no recuerda. Aunque por fuera pueda parecer lo mismo, el fenómeno es muy distinto por dentro. “La amígdala, el principal núcleo de las emociones y los sentimientos en nuestro cerebro, es también la encargada de alertar de posibles amenazas y de la necesidad de activar respuestas de miedo o ansiedad. Al ponerse la amígdala en funcionamiento, inhibe ciertas conductas y altera las funciones atencionales (necesarias para la memoria)”, explica Fernández.

Un estudio sobre cómo la falta de sueño altera el funcionamiento de las células del cerebro, publicado en la revista Nature, da una pista de lo que podemos hacer; los investigadores observaron que un déficit de sueño interfiere en la capacidad de las neuronas para codificar y almacenar los recuerdos del día durante el descanso nocturno. Dormir ayuda, pero dejar que el cerebro descanse no solo es necesario durante la noche. Desconectar de vez en cuando de lo que fomenta el estado de alerta, reflexionar antes de acometer una nueva tarea, hacer deporte o dar rienda suelta a la creatividad son algunas de las cosas que ayudan a rebajar los niveles de estrés y a ponernos de nuevo en “modo atención”.

 

Fuente: https://n9.cl/kpjgd

 

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Cómo enseñar a los niños a cuidar el medioambiente

Saber de dónde provienen los alimentos supone entender cómo funciona la naturaleza, nuestro entorno, y, por lo tanto, llegar a conseguir tener una mayor conexión con ella. Y qué mejor que los niños interioricen esto desde muy pequeños, pues les supone un conocimiento temprano, no solo para una mayor concienciación y necesidad de cuidado del medioambiente, sino en su posible lucha contra la emergencia climática. Así, el hecho de que comprendan el funcionamiento del medioambiente urbano es tan solo un pequeño primer paso, pero muy importante, para que lleven una vida más ecológica en un futuro.

Un informe realizado por Ecological en lo referente a la alimentación ecológica en España, asegura que hemos pasado de un gasto per cápita de 20,45 euros al año en el 2011 a 21, 66 euros en 2013, y aunque muy lejos de otros países como Dinamarca (163 euros) o Suiza (210 euros), cada vez nos encontramos en los supermercados más secciones dedicadas a los productos ecológicos y, sobre todo, dedicadas al público infantil. Así, los diferentes huertos urbanos ubicados tanto en colegios como en los distritos vecinales u otros espacios dedicados a ello, suponen un buen comienzo como herramienta para que los niños aprendan todo lo relacionado sobre el mundo agrario.

Patios de juegos “comestibles”

Trees for cities es la primera organización benéfica sin ánimo de lucro del Reino Unido en la que voluntarios de todo el mundo llevan más de 10 años plantando árboles en diferentes espacios sin otro uso aparente. Comenzaron con el proyecto en un espacio vacío del colegio Holy Cross en Birkenhead, y lo destinaron a una plantación de árboles donde, tanto el personal como los niños se dedicaban a cultivar todo tipo de frutas y verduras para su posterior consumo. Desde entonces, esta organización ha trabajado con más de 100 colegios en 12 pueblos y ciudades para construir lo que han denominado jardines comestibles en la última década. Actualmente, se han centrado en las escuelas con mayores niveles de pobreza para garantizar, por un lado, la alimentación, y por otro, fomentar la ingesta saludable y la actividad física de los niños.

Un acceso vital a la naturaleza que, según ha explicado el director ejecutivo de Trees For Cities, David Elliot, los parques infantiles comestibles pueden mostrar el poder transformador en un entorno de aprendizaje al aire libre. “El patio del recreo comestible aporta en pautas de comportamiento, confianza y bienestar. Nuestra organización brinda apoyo a las escuelas durante un año, pero luego depende de ellas, el mantener los jardines en funcionamiento”, asegura.

Son muchos los colegios españoles que se han sumado a diferentes proyectos educativos, en los que la formación medioambiental a través de huertos urbanos es ya una realidad. El colegio CEIP Claudio Sánchez Albornoz, en Almansa, por ejemplo, cuenta con su propio huerto en el que, desde hace ya cuatro años, los alumnos llevan a cabo labores de siembra de preparación del huerto, y siembra de verduras y hortalizas en diferentes talleres y actividades educacionales para niños. En Zamora, por otro lado, en ocho colegios se han incluido en sus programas huertos ecológicos donde los alumnos aprenden y adquieren hábitos de reciclaje y abono de los cultivos.

Escuelas Sostenibles es el nombre del proyecto que acaban de poner en marcha tres colegios de Barcelona. Tanto la escuela Auro como la Estel, y la Paideia quieren dar la oportunidad a los niños a que conozcan todos los entresijos del mundo agrario.

Naturación urbana

La naturación urbana es un término que se refiere al reverdecimiento urbano que es la creación de ciudades más verdes para apostar por el desarrollo sostenible y la conservación del medioambiente. Sin embargo, la naturación urbana reinterpreta y define un concepto más amplio que el de la simple incorporación de vegetación a las ciudades, y es que, las zonas naturalizadas hacen más confortables los espacios públicos urbanos y pueden albergar actividades recreativas y las destinadas a la creación de huertos urbanos, además de sensibilizar a niños y adultos de la importancia de sus beneficios físicos y mentales.

Cada vez son más las empresas que apuestan por proyectos arquitectónicos y de diseño de naturación en sus espacios de trabajo como forma de concienciación del medioambiente, entre otras cosas, que ayudan a asimilar, entender y a acercar la naturaleza como parte de nuestra vida diaria, tanto en oficinas como en guarderías y otros espacios.

 

Fuente: https://n9.cl/hhnx

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Terapia con perros para evitar el estrés académico

La Universidad Complutense de Madrid y la Fundación Affinity desarrollan un programa para mejorar los niveles de estrés, bienestar y habilidades sociales de los estudiantes

Estrés por aprobarlo todo, por sacar una media mejor o por haber empezado tarde a estudiar; por sentirse demasiado solos o por unas clases en ocasiones muy exigentes. Los problemas derivados de un mal manejo del estrés (como trastornos de ansiedad y del estado de ánimo) son el principal motivo por el que los estudiantes acuden a los servicios de atención psicológica de las universidades, y la razón por la que la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación Affinity han desarrollado Compludog, una intervención de terapia asistida con perros que ha servido para mejorar los niveles de estrés (percibido y fisiológico), el bienestar y las habilidades sociales de los 53 estudiantes de primer año de entre 18 y 25 años que han participado en el programa piloto.

“Los estudiantes de primer curso sufren niveles de estrés más altos y tienen menos relaciones sociales que el resto, puesto que se acaban de incorporar a un nuevo entorno desconocido, donde además sienten mucha presión”, explica Diana Peña, experta en terapias asistidas con animales y coordinadora del programa. Aunque se trata de una iniciativa pionera en España, ya existen programas similares consolidados en universidades de prestigio como Harvard o Yale. Tan solo fue necesario adaptarlo al entorno académico español, “ya que en Estados Unidos suele ser muy común que los estudiantes tengan un sentimiento de añoranza de su hogar que no es tan normal aquí, porque la mayoría de las veces estudias en la misma comunidad autónoma en la que vive tu familia”. Los buenos resultados obtenidos han hecho que la institución madrileña haya confirmado la continuación del programa, que este curso se implantará en al menos dos centros más de las sedes de Moncloa y Somosaguas.

Al contrario de lo que pudiera pensarse, los expertos indican que el estrés académico no siempre es malo. Por debajo de un cierto nivel, resulta beneficioso, “ya que nos facilita una predisposición a activarnos y afrontar los desafíos que nos vienen por delante, en este caso los exámenes”, explica María Robles-Martínez, doctora en Psiquiatría por la Universidad de Cádiz. Pero cuando sobrepasa un cierto nivel, puede afectar tanto al rendimiento académico como al bienestar emocional y las relaciones interpersonales de los estudiantes: el 35 % de ellos sufre ansiedad ante las pruebas académicas, de acuerdo con la Universidad de Almería, y el 60 % sufre algún episodio [de estrés o ansiedad] a lo largo de sus estudios, según los centros Nascia.

Efectos beneficiosos a corto y medio plazo

Las estudiantes que participaron (en su mayoría mujeres, predominantes en la Facultad de Educación) lo hicieron a lo largo de tres sesiones de una hora en tres semanas consecutivas, de manera que la última de ellas fuera unos 15 días antes de comenzar los exámenes. “Así, ellos se pueden concentrar ya en el estudio, pero los beneficios que han obtenido del programa aún perduran”, cuenta Peña. Cada uno de los animales, añade, tiene su propia personalidad, lo que resulta muy útil para adaptarse a cada persona: “Skot siempre ha sido un perro manta, de relajación; tú te tumbas conmigo y me acaricias. Lupi era una perra que estaba abandonada, y ha tenido una vida más complicada, lo que nos ayuda a trabajar con los alumnos que son así, a los que normalmente te cuesta acceder. Y para Pepo, un mestizo de labrador de nueve años que parece un cachorro, todo es juego y diversión”.

Pero ¿cómo se desarrolla el programa? En la primera sesión, se crea un clima de confianza, que facilita el que estudiantes, perros y profesionales se conozcan y se sientan cómodos trabajando juntos, y se les explica cómo tratar y premiar a los canes. En la segunda, “les explicamos qué dicen los perros y cómo debemos comportarnos con ellos, cuántos tipos de movimiento de cola hay, qué significa que esté bostezando o se estén relamiendo… Y luego todo esto lo pasamos al ser humano: qué nos dicen las personas y cómo nos comunicamos con ellas, a través de un role-play”, argumenta Peña. En la tercera y última, se practica una relajación en la que los participantes se tumban con los perros y leen un cuento o simplemente están en silencio, según lo que vaya surgiendo. “Ahí hacemos una apertura emocional, en la que se les pide a los estudiantes que cuenten la mejor o la peor experiencia que ellos consideran que han vivido en su vida, de manera libre. No todos lo tienen que contar; lo hacen voluntariamente: nos hemos dado cuenta de que, al final, se apoyan los unos a los otros, porque se produce un ambiente seguro y de tanta confianza que da lugar a muchas reacciones emocionales”.

La efectividad de la terapia asistida se mide científicamente: en los programas de visita animal como este, se busca modificar las respuestas endocrinas que se generan en situaciones de estrés y equilibrar los niveles de cortisol, epinefrina y neopinefrina gracias al contacto animal. Por eso, el equipo de investigación de la Facultad de Educación realizó tres mediciones de cortisol salivar: dos semanas antes de comenzar el programa, para establecer los niveles con que partían; dos semanas después de la última sesión, y a las seis semanas, en plena época de exámenes, para observar los efectos a medio plazo. A su vez, también se recogieron muestras a 40 estudiantes del mismo grado que no participaron en el programa activamente, a fin de compararlos. En la primera medición, los niveles de estrés de estos estudiantes y los que sí participaban eran similarmente altos; en la segunda, este nivel bajaba para aquellos que participaban en las intervenciones; y en la última, el estrés del grupo de control era más alto que al principio, mientras que los estudiantes del programa no alcanzaban los niveles iniciales.

 

Fuente: https://n9.cl/d1mf

 

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Las 7 principales tendencias tecnológicas para 2020

Pensar en el futuro es una experiencia emocionante y las tendencias tecnológicas se aceleran rápidamente: el concepto de transformación digital universal parece convertirse pronto en una realidad. Los poderosos líderes empresariales en el campo, como Google, Amazon, Facebook y Apple, han aprovechado con valentía las tendencias tecnológicas emergentes como la inteligencia artificial y Big Data para mejorar la experiencia del usuario.

La tecnología ha cambiado el mundo de muchas maneras en las últimas décadas, pero el gran avance de las innovaciones promete que para el 2020 el mundo de los negocios y el día a día cambiarán aún más. El 2020 representa un punto final para propuestas que han cobrado impulso en los últimos 10 años. Cabe mencionar que el 2020 ha sido bautizado como el “año del gran salto tecnológico”.

A continuación, presentamos una lista de las siete tendencias de tecnología emergentes más importantes que se incorporarán en el 2020 y que cambiarán todas o casi todos los aspectos de la vida laboral.

1. Ciberseguridad, una cuestión primordial: Es uno de los temas más importantes en el panorama tecnológico actual y lo seguirá siendo en los próximos años, ya que influye de manera transversal en cualquier sector.Con el auge de los ciberataques, todas aquellas cuestiones relacionas con la defensa contra las amenazas externas y protección de los datos internos son las principales preocupaciones de los encargados de TI en casi todas las organizaciones. Además, en el 2020, las organizaciones deberán estar ya totalmente adaptadas al nuevo marco de gestión y protección de datos.

2. Inteligencia Artificial: Uno de los grandes objetivos de la agenda digital son los avances en el desarrollo de sistemas capaces de aprender y adaptarse para mejorar el rendimiento informático. En este sentido, la inteligencia artificial es la primera gran apuesta hoy en día ya que se abre camino y se convertirá en la herramienta base para mejorar la experiencia del cliente, mejorar servicios, facilitar la búsqueda y gestión de información y reinventar una amplia variedad de modelos de negocio, ya que comprende una serie de tecnologías capaces de aprender a realizar tareas muy específicas de forma eficaz, como entender y procesar el lenguaje humano.

3. Internet de las cosas (IoT): IoT forma la base de la próxima revolución industrial y es considerado como la próxima gran novedad en la tecnología de automatización del hogar. Hoy en día vemos que hay una invasión de IoT en nuestras vidas, las casas y oficinas e incluso en las grandes ciudades y los medios de transporte. Para 2020, tenemos la intención de ver 50 mil millones de objetos interconectados. Los propietarios podrán controlar todo en sus hogares, desde la iluminación hasta la temperatura.

Los expertos predicen que para 2020, más de 50 mil millones de “cosas” (objetos físicos) estarán interconectados. Con todo esto, ya no será solo el internet de las cosas. Será el “internet del todo” y “en todas partes”.

4. Redes 5G: Directamente relacionado con la evolución e implantación del IoT se encuentra la tecnología 5G, que se postula como la autopista de alta velocidad por la que viajarán todos los datos en el futuro más inmediato. Su despliegue permitirá nuevos modelos de negocio en el ámbito de la Industria 4.0, grandes avances en el desarrollo de servicios vinculados al IoT y aportará mejoras en materia de velocidad y latencia.

No solo enriquecería la experiencia del usuario al ofrecer tasas de datos más altas cuando hablamos por realidad virtual o realidad aumentada, sino que también favorecerá la seguridad, que es donde entra el punto de latencia. Se anticipa que cuando una película demore 26 horas en descargarse en una red 3G, en 5G el tiempo se reducirá a 3,6 segundos.

5. Impresoras 3D: La impresora 3D ha sido fuertemente adoptada en los últimos años. Es una tecnología en crecimiento que ha abierto una nueva puerta de posibilidades en distintas industrias. El 2020 será un año de despegue para las impresoras 3D, las cuales constituirán la próxima revolución tecnológica. Este nuevo sistema de fabricación traerá grandes cambios en los modelos de negocio actuales.Cabe mencionar que la impresión 3D se denomina la tercera ola de la revolución industrial. Esto imparte poder a las personas, para producir lo que quieran. Este nuevo sistema de fabricación traerá grandes cambios en los modelos de negocio actuales.

6. Blockchain: Blockchain permite a las empresas rastrear una transacción y trabajar con partes no confiables sin la necesidad de una parte centralizada (es decir, un banco). Esto reduce en gran medida la fricción en los negocios y tiene aplicaciones que comenzaron en las finanzas. Blockchain podría potencialmente reducir los costos, reducir los tiempos de liquidación de las transacciones y mejorar el flujo de efectivo.

El estado actual de Blockchain muestra todo sobre sus usos y continuará con su posición en las 10 principales tecnologías de 2020. Lentamente, pero seguramente, se está posicionando entre las muchas industrias. Para el 2020, las empresas máximas lo adoptarán para su página web.

7. Edge Computing: La computación perimetral es un elemento informático en el que todo, desde el procesamiento de la información, la recopilación de contenido y su entrega, se encuentra cerca de la fuente de información. Este nuevo modelo permite, por un lado, reducir ampliamente la latencia (tiempo requerido para el envío de datos).

Al ser una parte importante de una nueva tecnología de 2020, se espera que seamos testigos de que se presta mayor atención a la computación perimetral para habilitar redes inteligentes, en las que los dispositivos conectados realizarán los análisis necesarios en el lugar y utilizarían los resultados para realizarlos.

Las posibilidades y los beneficios que ofrecen estas siete tendencias tecnológicas son aparentemente infinitas. La mayoría de los expertos creen que aprovechar estas tendencias tecnológicas altamente avanzadas en nuestra sociedad y mano de obra definitivamente mejorará nuestras vidas, tanto en lo laboral como en lo personal. El ritmo de la innovación tecnológica en cualquier organización creará oportunidades sustanciales para crecer y brindar el servicio adecuado en el momento adecuado.

 

Fuente: https://n9.cl/meibd

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¿Por qué y desde cuándo existen los años bisiestos?

Este año que apenas comienza va a durar 366 días en lugar de los tradicionales 365: es bisiesto.

Cada cuatro años vemos esta anomalía en nuestros calendarios, pero ¿por qué existe y desde cuándo?

Para responder estas incógnitas debemos trasladarnos a la Antigua Roma, hace más de dos milenios, cuando se descubrió que el calendario no estaba del todo alineado con el año solar.

Se trata inicialmente de una idea de Julio César, quien le pidió al astrónomo alejandrino Sosígenes que le ayudara a crear una alternativa al calendario romano más apegada a la realidad y a la rotación de la Tierra.

Nuestro planeta no solamente tarda 365 días en dar una vuelta al Sol sobre su órbita como algunos piensan, sino 5 horas, 48 minutos y 56 segundos más.

Por eso Sosígenes propuso un calendario, extremadamente similar al de los egipcios, que tenía 365 días con un día adicional cada cuatro años para así alinearse con el año solar.

Así nació el calendario juliano, bautizado en honor a su propulsor.

¿Un día adicional el 24 de febrero?

Sin embargo, este sistema también contaba con pequeños detalles por lo que fue reemplazado progresivamente por el calendario gregoriano desde 1582 y que nos rige en la actualidad.

Como el calendario juliano exigía un día adicional cada cuatro años, los romanos decidieron este sería en febrero, que en ese entonces era el último mes del año.

El nombre bisiesto proviene del latín “ante diem bis sextum Kalendas Martias”, (sexto día antes de las calendas de marzo en español), es decir el 24 de febrero. Como la frase era un poco larga se terminó resumiendo en “bis sextus”: bisiesto en nuestra lengua.

Años más tarde, el papa Gregorio XIII decidió, a través de una bula papal, “perfeccionar” el calendario.

Una de las modificaciones fue que el día adicional de los años bisiestos sería el 29 de febrero y no el 24, fijado por el calendario juliano.

Una solución matemática

Asesorado por el astrónomo jesuita Christopher Clavius, el pontífice también estableció que después del jueves 4 de octubre de 1582 sería 15 de octubre, una supresión de 10 días que ayudaba a desaparecer el desfase con el año solar.

Y para que este desajuste no volviera a producirse, se creó un sistema de excepciones a los años bisiestos.

No serán años bisiestos los que sean múltiplos de 100, excepto si también lo son de 400. Por esta razón no fueron bisiestos el año 1800 ni 1900, pero sí que lo fue el año 2000.

Y por este mismo motivo ni el año 2100 ni el 2200 serán bisiestos.

¿Un calendario sin referencias religiosas?

Este conjunto de reformas dio paso al calendario moderno, que actualmente conocemos como el calendario gregoriano.

Desde esta última reforma no ha habido nuevos cambios en el sistema.

Sin embargo, en algunos países como Francia han existido movimientos para modificarlo. En 1792, en plena Revolución Francesa, ese país adoptó un calendario “republicano”, diseñado por el matemático Gilbert Romme.

Este calendario pretendía eliminar las referencias religiosas y darle nuevos nombres a los meses -referentes a fenómenos naturales y a la agricultura- y modificando la duración de estos.

Pero esta versión tuvo una vida muy corta: tras el derrocamiento de Napoleón en 1814 Francia no tardó en volver a utilizar la versión creada por Gregorio XIII e ideada por Julio César.

 

Fuente: https://n9.cl/opeb9